El Círculo-Directivos de Alicante continúa con la sección «Conoce a la persona detrás del directivo», un espacio en el que compartimos la experiencia de nuestros directivos para inspirarnos, conocer su historia y el camino que les ha llevado a ser líderes exitosos. Hoy hablamos con Senti Bernabeu, fundadora y directora SIMETRY.
Pregunta: ¿Qué hace especial o diferente a tu organización?
R: Somos una consultora de comunicación estratégica con experiencia internacional y una visión 360º de la compañía. Lo que nos diferencia es la combinación de un profundo conocimiento en Comunicación con una sólida formación en Administración de Empresas, Marketing, Relaciones Institucionales y Protocolo.
Contamos con experiencia real en Comunicación Integral, abarcando todas sus áreas: Comunicación Corporativa, Interna, Externa, RSC, Relaciones Públicas y Comunicación de Crisis. No hablamos desde la teoría, sino desde la práctica: conocemos la empresa desde dentro, porque hemos estado dentro durante más de 15 años.
Esa trayectoria como directora de Comunicación en compañías nacionales e internacionales, liderando equipos multidisciplinares y formando parte de Comités de Dirección, nos permite entender las necesidades del negocio con una mirada estratégica, cercana y alineada a la realidad de cada organización.
Asesoramos desde fuera con la perspectiva, el conocimiento y la empatía de quien ha estado dentro.
Tenemos un propósito muy claro: conectar empresas y personas clave para crear un impacto positivo. Y una pasión auténtica por lo que hacemos.
P: ¿Cuál fue tu primer trabajo?
R: Mi primer trabajo fue como azafata de imagen para RTVE. Vinieron a retransmitir las corridas de toros durante la Feria de Hogueras de San Juan en Alicante y buscaban a alguien que pudiera estar en una de sus unidades móviles para recibir a toreros, personalidades y autoridades. Mi función era atenderles, ofrecerles café o refrescos y acompañarles en ese espacio acondicionado como una especie de salón, con sofá y televisión, desde donde se podía seguir la corrida en directo.
Tuve la suerte de que me eligieran a mí entre muchas chicas que se presentaron, y fue una experiencia muy enriquecedora. Lo compaginé mientras cursaba mis estudios de Administración y Dirección de Empresas, y sin saberlo entonces, ese trabajo marcó mi primer contacto con el mundo de la comunicación y los eventos. Fueron seis tardes intensas, apasionantes, que me permitieron conocer de cerca el mundo del periodismo, el de los toros y, sobre todo, empezar a desenvolverme en entornos profesionales.
Fue mi primer paso real hacia lo que, más tarde, se convertiría en mi vocación. Me apasiona la Comunicación y las Relaciones Institucionales.
P: ¿Cuál es la decisión profesional o personal más valiente que has tomado en tu vida?
R: En lo profesional, me atrevería a decir que fue una decisión tan valiente como dura: dejar mi puesto como directora de Comunicación, a una familia profesional y a un equipo con el que construimos juntos proyectos que marcaron la diferencia.
Me costó mucho tomar aquella decisión. Los que me conocen y la vivieron conmigo lo saben bien. Lloré mucho… y aún hoy me emociono al recordarlo. Es muy duro dejar atrás un proyecto empresarial y profesional en el que te has dejado la piel, la ilusión, la pasión; al que has ayudado a crecer casi desde cero, y al que has entregado más del 100%.
Fue una decisión personal, meditada, tomada desde la convicción de que era el momento de dar un nuevo paso. Difícil, sí. Pero también inteligente. Y no me arrepiento de haberla tomado. Gracias a ese paso, hoy tengo la oportunidad de ayudar a varias empresas y no solo a una.
P: ¿Has tenido siempre claro tu objetivo profesional?
R: No, para nada. Recuerdo que, cuando estaba a punto de terminar el instituto, me reuní con una orientadora de estudios para tratar de descubrir mi vocación, mis capacidades… y poder elegir la carrera universitaria que mejor encajara con mi perfil. En aquel momento no lo tenía nada claro.
Lo he ido descubriendo con el tiempo, a medida que he crecido y madurado. Y llegó un momento en que lo tuve clarísimo: quería ser directora de Comunicación, embajadora de marca, la cara y la voz de una organización.
Mi objetivo era, y sigue siendo, transmitir mensajes con propósito. Mensajes que propicien la colaboración, las alianzas, el entendimiento y el acercamiento de voluntades para crear valor compartido y dejar una huella positiva.
Mensajes capaces de involucrar, inspirar, motivar y unir. Capaces de atraer talento, clientes, inversores. Palabras que conecten a las organizaciones con sus públicos de interés, con sus audiencias clave, para crear sinergias y relaciones mutuamente beneficiosas.
P: ¿Qué cualidad consideras indispensable para liderar?
R: La humildad. Y no me refiero a ser modestos ni a mantener un perfil bajo, sino a tener la capacidad de reconocer nuestras fortalezas sin falsa timidez, y aceptar con naturalidad nuestras debilidades. Ser humildes es estar dispuestos a pedir ayuda, a escuchar otras voces y a aprender de los demás.
También implica tener la valentía de asumir errores y aprender de ellos. Porque si no somos capaces de reconocer nuestras carencias ni de aceptar que nos equivocamos, difícilmente podremos pedir consejo, resolver problemas, innovar, trabajar en equipo o avanzar.
El líder que cae fácilmente en la vanidad es, en realidad, un líder indefenso.
P: ¿Cuál es el mejor consejo que alguien te ha dado?
R: “Cree en ti.” Ese fue el mejor consejo que me dieron.
Y con el tiempo, la vida y la experiencia me regalaron otro, que no vino de nadie en concreto, pero que hoy tengo muy presente: “Haz caso de tu intuición.”
Esa voz interna que nos habla y que tantas veces ignoramos porque suena atrevida, incómoda o poco lógica… pero que casi siempre tiene razón. A mí, desde luego, me la ha demostrado una y otra vez.
Por eso, si tuviera que dar un consejo a alguien, sería este: Sigue tu intuición. Escúchala. Confía en ella. Es tu brújula más honesta.
«Sigue tu intuición. Escúchala. Confía en ella. Es tu brújula más honesta»
P: ¿Qué libro, podcast, canal de YouTube o contenido nos recomiendas?
R: Uno de los libros que más me ha marcado es Jugar con el corazón. La excelencia no es suficiente, de Xesco Espar. Lo leí por primera vez hace más de 12 años… y aún hoy vuelvo a él de vez en cuando. Es valioso para mí.
Me encanta porque soy exatleta y conecta profundamente con una idea que me inspira: cómo aplicar los valores del deporte a la vida personal y profesional. Nos invita a afrontar los problemas no como obstáculos, sino como desafíos y oportunidades de crecimiento.
La gran pregunta que plantea es: ¿Cómo encarar la vida cuando la excelencia no es suficiente? Y la respuesta no está en la cabeza, sino en el corazón. Es ahí donde reside la verdadera fuerza, el motor que nos impulsa, lo que nos levanta tras cada caída. Lo que nos hace llegar más lejos.
P: ¿Qué personaje histórico te gustaría tener en tu equipo?
R: Eleanor Roosevelt. Porque fue una mujer con propósito, valiente, con una sensibilidad extraordinaria para leer el contexto, conectar con las personas y transformar la palabra en acción. Lideró desde la empatía, con firmeza y visión de futuro, sabiendo construir alianzas, tender puentes y comunicar con una claridad desarmante.
Creo que haríamos un gran tándem: ella desde la diplomacia y la humanidad; yo desde la estrategia, la comunicación y la conexión con la realidad empresarial. Compartimos valores… ¡y también cumpleaños! Nació un 11 de octubre, como yo. Increíble, ¿verdad? 🙂
P: Cuéntanos alguna vez que hayas metido la pata en el trabajo y qué lección aprendiste…
R: Más que una metedura de pata concreta, uno de los aprendizajes más valiosos que me ha dejado la experiencia es que, en comunicación, y también en las relaciones profesionales y personales, hay que ser transparentes… pero sin llegar al striptease.
Siempre me he movido con honestidad, autenticidad y generosidad. Y aunque esos valores siguen siendo parte de mi esencia, con el tiempo he aprendido a equilibrarlos con estrategia, análisis y observación. No todo el mundo se comporta desde la misma verdad, y comprender eso también es madurez profesional.
Hoy comunico con claridad, pero también con criterio. Escucho más. Actúo con inteligencia emocional. Y dosifico mejor mi energía y mi mensaje.
He aprendido a comunicar con el corazón, actuar con inteligencia y liderar con propósito.
P: ¿Cuál crees que será la próxima revolución en tu sector?
R: Volver a los orígenes. A lo humano. Al contacto real entre personas. En medio de tanta revolución tecnológica, creo que echaremos de menos aquello que ninguna pantalla ni herramienta puede ofrecernos: una mirada, un gesto, un abrazo… En definitiva, una emoción que nos conmueve y nos mueve a actuar.
La verdadera revolución será recuperar lo esencial: la conexión emocional y auténtica. Y, al mismo tiempo, aprender a dominar la tecnología para potenciar esa parte humana, no para sustituirla.
No debemos permitir que lo artificial predomine sobre lo real ni que gobierne nuestras vidas. Si lo hacemos, podríamos caer en una crisis de identidad y de valores personales. La clave está en usar las herramientas de comunicación que hoy tenemos a nuestro alcance con inteligencia, criterio y propósito.
La tecnología puede convertirnos en líderes aumentados. Pero solo si la usamos para ser más libres, no más esclavos. Me preocupa que, si no somos conscientes, acabemos siendo nosotros los que nos comportemos como robots. Y sin darnos cuenta, podríamos construir una sociedad más superficial, menos inclusiva y emocionalmente desconectada.
Estamos a tiempo de elegir nuestro destino.