Plan Anual de Política de Empleo 2015

Resumen

Estamos invirtiendo 4.788.145.000 € en políticas de empleo. Se reflexiona sobre la eficacia de las medidas tomadas y se esbozan los tres ejes de actuación principales.

 

Plan Anual de Política de Empleo 2015

En el Plan Anual de Política de Empleo 2015[1] se nos informa que estamos invirtiendo 4.788 millones de euros.

Parece razonable que nos gastemos una cantidad tan elevada para solucionar el enorme problema de tener una tasa de desempleo del 22,7%.

Lo que me lleva a escribir estas líneas es mi consideración sobre la eficacia de las acciones que se indican en sus 94 páginas.

Sin entrar a realizar un análisis del mismo, tan sólo señalar dos comentarios: en primer lugar me extraña que no se fijen unos objetivos sobre el número de empleos a crear tras invertir la cantidad mencionada, y en segundo lugar, con las acciones que se indican en el informe tengo dudas sobre si realmente se creará algún nuevo puesto de trabajo.

La realidad es mucho más sencilla. En España no somos capaces de crear más empleo por tres motivos fundamentales:

  1. Productividad
  2. Burocracia
  3. Formación

Por supuesto hay más motivos importantes como la innovación, la calidad de las infraestructuras, las tecnologías de la información, la calidad directiva y un largo etc., pero las causas raíz son las tres anteriores.

 

Productividad

Todos los expertos nos avisan insistentemente de que nuestras organizaciones son muy poco productivas. Por poner tan sólo un ejemplo[2], la productividad por hora trabajada en España es de 32.1€, frente a los 45.6€ de Francia.

Debido a esta baja productividad, para que nuestras organizaciones sobrevivan, tenemos que competir a base de sueldos bajos y muchas horas de trabajo. Y si ya resulta complicado sobrevivir, mucho más difícil resulta crear empleo y poder pagar sueldos elevados.

¿Solución?

Eliminar todo aquello que no añade valor y mejorar continuamente.

¿Cómo?

Hay una metodología que permitió a Japón recuperarse de la II Guerra Mundial y convertirse en una de las mayores potencias mundiales. Esta metodología, conocida como Lean, es la de mayor implantación a nivel mundial y la que mejores resultados aporta. Aunque surgió en la industria, actualmente se utiliza en todo tipo de organizaciones. Por poner un ejemplo, se utiliza en el 73% de los hospitales de EEUU[3].

Nueva Zelanda se planteó esta misma pregunta y lanzó una experiencia piloto de implantación del Lean en varias organizaciones. Tras analizar los resultados, ha lanzado una campaña a nivel nacional.

Las mejoras validadas habituales en la aplicación del Lean son[4]:

  • Productividad ……………………….45-75%
  • Costes ……………………………….25-55%
  • Calidad (Defectos)………………….50-90%

 

Tras los datos anteriores, es casi obligatorio que nos preguntemos los motivos por los que la mayoría de las empresas no lo realizan en nuestro entorno.

Considero que son los siguientes:

  • Desconocimiento: una gran parte de los responsables de nuestras organizaciones desconocen esta metodología, sobre todo en las Pymes, que son las grandes creadoras de empleo.
  • Oposición al cambio: aplicar esta forma de hacer las cosas supone una nueva manera de organizar la información, cambios de roles y desplazamiento del “poder”. Varios de estos cambios son poco intuitivos y, como cualquier cambio, aparecen continuamente fuerzas opositoras que tienden a dejar las cosas como siempre han estado.
  • Involucración de la dirección: debido a esas “fuerzas opositoras”, para que los cambios se realicen y se mantengan en el tiempo, es necesario que los máximos responsables de la organización apoyen la nueva forma de trabajar.
  • Miedo a perder el puesto de trabajo: cuando se empiezan a introducir los cambios y obtener resultados, todo el mundo se da cuenta de que no son necesarias tantas personas para realizar las tareas anteriores, y por lo tanto, que puedan peligrar los puestos de trabajo. La realidad es que no sólo estos miedos son infundados, sino que se termina creando más empleo y estos empleos son de más calidad.

 

Me gustaría terminar insistiendo en que si queremos una sociedad que tenga organizaciones competitivas, salarios altos, niveles de empleo elevados y una elevada recaudación de impuestos, no nos queda otro remedio que trabajar de una manera mucho más eficaz y eficiente. El Lean es la mejor medida que podemos tomar en nuestras organizaciones y desde todas las instituciones se debería fomentar su aplicación.

 

Burocracia

No resulta admisible que al crear una nueva empresa, una parte muy importante de sus recursos iniciales se tengan que destinar a la creación de la misma.

En lugar de concentrar la mayoría de sus esfuerzos en sus clientes y en crear una organización competitiva, su fundador tiene que dedicarse a cumplir con los complicados, costosos, ineficaces y larguísimos trámites burocráticos que le exigen los distintos ayuntamientos, comunidades autonómicas y administración central.

¿Solución?

Todas las administraciones tienen que entender de una vez que su cometido es ayudar a las organizaciones y no poner trabas a su creación y crecimiento.

Debemos replantearnos sustancialmente el papel de estos órganos y establecer una nueva política e indicadores. Entender de una vez que sus clientes son las organizaciones y eliminar todo lo que no les añade valor a estas.

Por poner un ejemplo, el 100% de los trámites habituales se deberían poder realizar vía telemática y estos deberían ser tan sencillos que no fuera imprescindible contar con un asesor para realizar los mismos.

Desde el otro lado, también es injusto lo que estamos haciendo con muchos de nuestros funcionarios y agentes sociales.

Estas personas deben dejar de ser percibidos por el resto de la sociedad como elementos sancionadores u obstaculizadores.

Su labor se debe redefinir para que sean agentes que prestan, de verdad, apoyo y ayuda.

Sólo al sentir que están desarrollando sus capacidades, contribuyendo positivamente a la mejora de la sociedad y creando valor a la misma se motivarán y serán considerados positivamente por el resto de la sociedad.

 

Formación

Como dijo Manuel Palomar[5]: “Si cree que la educación es cara, pruebe con la ignorancia”

Toyota cuenta con una plantilla de 2.000 profesionales dedicados a formar a sus empleados para que cada día mejoren ellos, sus procesos y su empresa. Su anterior presidente, Katsuaki Watanabe considera que sería necesario triplicar esta cantidad[6].

La formación, tanto de los empleados como la de sus directivos es fundamental para lograr una sociedad y unas organizaciones que sean productivas, y por lo tanto, competitivas.

Y no sólo con respecto a la formación reglada, sino sobre todo, a una formación continua dado que es la que mejor se adapta a las necesidades presentes y futuras, consigue que las personas realicen su cometido de manera más efectiva, fomenta que se mejore todos los días y capacita a sus empleados para acometer futuros retos. Formación práctica que se pueda aplicar y consiga retornos desde el primer momento.

Cada día estoy más de acuerdo con las palabras de Confucio «Cuéntamelo y lo olvidaré, muéstramelo y puede que lo recuerde, involúcrame y lo entenderé»

 

[1] Boletín Oficial del Estado – Aprobado por el Consejo de Ministros el Martes 11 de agosto de 2015 – https://boe.es/boe/dias/2015/08/11/index.php?t=c

[2] Último informe de la OCDE: Going for Growth 2015 – www.oecd.org/economy/pmr

[3] Institute for Improvement – http://www.ihi.org/resources/Pages/Publications/default.aspx

[4] Lean Enterprise Institute – http://www.lean.org/common/display/?o=3045

[5] Manuel Palomar, rector de la universidad de Alicante desde 2012.

[6] Lessons from Toyota Long Drive – Harvard Business Review – www.hbr.org



Author: cesarcuevas
Ingeniero Industrial. Experto en Lean Sigma.

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