- 15 junio, 2014
- Publicado por: David Rueda Cantuche
- Categoría: El Círculo
Si empiezas a subir de escalafón. Y vas promocionando. Y cada vez trabajas más horas. Y estás pendiente del móvil sábados y domingos. Y solo hablas de tu empresa. ¿Crees que eres un triunfador? Yo te juro que no.
No me importa que te hayan nombrado presidente o VP. SuperCEO, consejero delegado, director general, director de directores, etc… Si experimentas en tu piel alguno de estos síntomas:
– No puedes apagar el móvil sin sentirte nervioso
– Tus jornadas son como mínimo de 10 horas al día
– Estás siempre ocupadísimo y todas tus tareas son importantísimas
– Cuando duermes, le das vueltas a cosas del trabajo, y vueltas, y vueltas,…
– Durante el fin de semana miras los correos del trabajo varias veces al día
– Tus conversaciones habituales giran en torno al trabajo, clientes o proveedores
– Tu práctica deportiva es inexistente
– Tu agenda no reserva tiempo para el contacto con los amigos (no relacionados con el trabajo)
– No realizas ninguna actividad extralaboral (no relacionada con el trabajo)
– No es extraño que tengas sensaciones de angustia o stress
– Con frecuencia te encuentran malhumorado o irritable
– Por la noche y el fin de semana tu estado habitual es… cansado.
No te engañes. No tienes nada de triunfador. Esto no podía ser lo que querías. Desprográmate.
Eres una víctima del sistema.
Y no es nada grave si somos conscientes, lo asumimos y lo identificamos. ¿La parte difícil? Romper la baraja. Y no hacer caso a los cantos de sirena del sistema que intenta marcarte lo que es o no importante.
Atento a esto:
Al inicio de la vida profesional no somos más que un lienzo en blanco. Reconozcamos que es bastante frecuente trabajar en exceso. Yo mismo trabajé con veinte y cuatro años diez horas diarias de lunes a sábado. Y afirmo más, en una campaña de navidad trabajé veintiún días seguidos.
Agotador. Pero aleccionador. Mi aprendizaje fue verdaderamente intenso y productivo.
Mas basta de engaños. Ahora no es necesario. No lo es. El know how aprendido durante todo este tiempo, si hemos sido avispados, nos tiene que dar la suficiente:
– Objetividad
– Conocimiento del sector
– Visión global
– Previsión de futuras caídas
– Expertise
– Templanza en los conflictos
– Anticipación
– Conocimiento de la existencia de ciclos
De forma que podemos hacerlo mejor que antes en menos tiempo.
Confía en ti. Estoy en lo cierto.
Si el ascenso puesto a puesto es:
– Trabajar cada vez más horas.
– Decir que no a cada vez más cosas
– Olvidar tu desarrollo familiar.
– Olvidar tu desarrollo en el ocio o en habilidades extralaborales.
– Y no contar con tranquilidad de mente.
En ese caso, entrego con la cabeza alta el coche de empresa, el móvil corporativo, la tarjeta de visita y crédito, la placa y el bolígrafo con el logo.
Porque entonces no me da la gana de ser director general.
Que lo sea otro.