- 23 febrero, 2012
- Publicado por: Enrique Javier Fur
- Categoría: El Círculo
El pasado martes, algunos miembros del Círculo tuvimos la oportunidad de seguir desde CAMON-Alicante, en directo, el desarrollo de la ponencia y debate posterior organizado en el marco de los Desayunos CEDE, en torno a “Los retos pendientes del sector turístico en España”, que contó como ponente con Fernando Conte, presidente de Orizonia y Exceltur.
Tras un breve análisis del impacto del turismo en el desarrollo español, tanto económico cuanto instrumento de apertura al exterior tras décadas de aislamiento económico y cultural, el ponente describió la evolución del sector en la última década, con un descenso en el impacto sobre el PIB nacional hasta 2009, e inflexión a partir de 2010, con un incremento en 2011 del 2,3%, superando en 3 veces la tasa de crecimiento nacional, con especial énfasis en los destinos dependientes del turismo extranjero, lo que vuelve a convertir el turismo en uno de los motores básicos de crecimiento y una de las palancas sobre las que debemos iniciar la recuperación.
Inmediatamente entró en los retos del sector, entre los que destacó:
1.- Evolucionar nuestro modelo tradicional de Sol y Playa, que hoy representa más del 70% el turismo en España pero que compite con nuevos destinos emergentes en el norte de África, con ofertas en sol y playa similares pero mejores precios, y que solo la inestabilidad actual de la Zona está permitiendo que mantengamos altas cuotas de mercado en este tipo de turismo, pero esta no es una situación que previsiblemente se mantenga en el tiempo.
Es, por tanto, urgente un proceso de regeneración y puesta en valor de nuestros recursos para que sin renunciar, por supuesto, al modelo de Sol y Playa, sino apoyándonos sobre él, definamos productos de más valor añadido (no podemos competir en precio con destinos emergentes), lo que nos pude aportar, además, turistas de más calidad, que es lo que realmente nos interesa, y no la masificación turística con escaso impacto económico individual.
2.- El país tiene que volver a apostar colectivamente por el turismo, con máximo consenso entre administración central y autonómicas y, pro supuesto, con los operadores del sector.
Apostar por la marca España es fundamental como elemento de cohesión e identificación común del destino España.
En este punto, Fernando describía en una frase corta pero contundente, esa orientación necesaria: “el turismo somos todos”, y si no lo entendemos así y nos comportamos en ocasiones molestos con el turismo, no conseguiremos las cotas que nos planteemos en este sector fundamental para la recuperación.
3.- La demanda, como decía, ha superado hace tiempo el modelo exclusivo de Sol y Playa, lo que hace imprescindible incorporar actividades complementarias o alternativas para segmentos concretos de clientes, como turismo cultural, deportivo, de salud, negocios, etc., con énfasis en la calidad y en ofertas conjuntas que potencien las sinergias y, por tanto, el valor de un destino.
4.- Pese a que nuestro sector está muy internacionalizado, especialmente en grandes empresas, es necesario profundizar a nivel de PYMES, y es que, en realidad, el sector está muy atomizado, lo que hacen necesarios procesos de concentración o alianzas estratégicas que faciliten esa posibilidad de internacionalización, que la atomización actual, decía Fernando, es insostenible.
5.- Adaptación a los nuevos canales de comunicación, comercialización y transacción on line, vinculados al auge de internet y las redes sociales, cada vez más activos en la venta de paquetes turísticos, especialmente si los portales son de marcas reconocibles y acreditadas.
En este punto, cabe destacar que el 80% de las transacciones en touroperación son on line.
En conclusión, tenemos un gran potencial, pero necesitamos hacer un esfuerzo importante en reconversión de destinos y en la forma de hacer negocios para que el turismo siga siendo motor de desarrollo en España.
En el debate posterior, el presidente de Orizonia se mostró partidario de la reforma laboral aprobada recientemente por el Gobierno, como una vía para dar soluciones al sector, altamente cíclico y que necesita de gran flexibilidad en las relaciones laborales.
Se mostró igualmente partidario de implantar un IVA reducido para el turismo, y totalmente en contra de la implantación de cualquier tasa turística que, en su opinión, desincentiva claramente la llegada de turistas a un destino.
Sobre la evolución del turismo interior, que representa aproximadamente el 50% del turismo total en nuestro país, señalaba que la única forma de mejorar es trabajar para que mejore la economía española y la alta tasa de desempleo existente ya que, afortunadamente, el concepto de “vacaciones” está muy arraigado en la sociedad española, de manera que la reducción del turismo nacional está asociado solo a la situación de crisis persistente en que estamos sumidos desde hace ya demasiado tiempo.
Finalmente, tras enfatizar la labor de “receptivo” (atender directamente al turista en destino), señalaba la importancia que ya tiene en nuestro sector el turismo ruso, y las expectativas de despegue en un periodo de unos cinco años del turismo procedente de países asiáticos, especialmente China.
CONCLUSIONES
1.- Tenemos que recuperar la convicción de que el turista es alguien importante al que tenemos que atender (“Turismo somos todos”).
2.- La apuesta de futuro no es la cantidad, sino la calidad.
3.- Es necesario evolucionar desde el turismo exclusivo de Sol y Playa a una oferta completa y coherente que incluya turismo cultural, gastronómico, sostenible, e identificar y potenciar el turismo con segmentos de alto potencial como el deportivo, de negocios, de salud, etc., poniendo en valor y buscando sinergias entre infraestructuras y ofertas existentes, desde un planteamiento de calidad, servicio y seguridad.