- 30 noviembre, 2011
- Publicado por: Francisco
- Categoría: El Círculo
Si apostamos claramente por el desarrollo entendido en sentido global, que contempla no solo el desarrollo económico sino también el social y el cultural sobre bases sostenibles, es lógico concluir que la Responsabilidad Social Empresarial debe formar parte de nuestras convicciones y de la realidad de nuestras empresas.
Y esto por planteamientos de corresponsabilidad social, aunque a la misma conclusión llegamos con criterios más tradicionales de empresa: los resultados económicos son consecuencia de una gestión correcta de los procesos, de los empleados, de los clientes y del impacto social de la empresa en su entorno, tal como reconoce el modelo europeo para la calidad (EFQM). Por tanto, para obtener resultados económicos sostenibles, es necesaria una gestión de la empresa que contemple expresamente el retorno a la sociedad más allá de la creación de empleo (que es fundamental), o de una parte de los beneficios vía impuestos.
Conseguir un reconocimiento expreso de la sociedad por nuestra labor en diferentes ámbitos de la construcción de espacios de convivencia apoya también esa vinculación recíproca empresa/entorno que facilita el aumento de relaciones y, por tanto, el avance de la empresa por encima de competidores menos comprometidos.
La Responsabilidad Social Corporativa, por tanto, tiene también un efecto sobre nuestro negocio que no podemos obviar, aunque no sea éste el primer motivo para la RSC, que debe ser abordada por las empresas como un compromiso para ayudar al crecimiento de la sociedad que facilita, con su vinculación a la empresa, el crecimiento de ésta.
Y las empresas cada vez lo tienen más claro. Según el estudio «Directivos y Responsabilidad Corporativa», realizado por la Fundación Adecco a partir de 150 encuestas a altos directivos/as de compañías de todos los sectores, la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se posiciona como una de las respuestas de las empresas para enfrentarse a la crisis. En concreto, el 96% de los directivos reconoce que la Responsabilidad Corporativa debe tener una gran importancia en la empresa del siglo XXI, aunque el porcentaje de los que reconocen ser activos en este tema es aún bajo. De hecho, el informe muestra que los empresarios/as consideran necesario que las compañías integren la RSC como parte «esencial» de su estructura porque es «el único camino para que una empresa sea sostenible y perdure en el tiempo«.
En cuanto a las acciones responsables más desarrolladas, los directivos revelan que la política de calidad y medioambiente y la formación de los empleados son los aspectos más avanzados. En cambio, la conciliación y el voluntariado corporativo son las áreas que necesitan mayor desarrollo. Como recuerda Jaime Gregori, de Cruz Roja, “la Responsabilidad Social es un compromiso ético de las personas que dirigen las empresas”.
Se trata de un tema que afecta no solo a las grandes compañías sino a todas las empresas, aunque lógicamente es en las más grandes donde se suele apreciar con más claridad por las dotaciones más elevadas de fondos a esta línea de gestión; pero las políticas de RSC avanzan en todas las compañías, también en las PYMES, aunque hay mucho camino por recorrer. “En épocas de crisis como la actual, ser responsable sigue siendo un elemento de fortaleza empresarial», explica la directora de la Fundación Carolina.
Tenemos, por tanto, un reto y una oportunidad que deberíamos abordar en el concepto de empresa a largo plazo que defiende el Círculo.
Combatir la crisis y apoyar el desarrollo social son, pues, dos de las tareas que ocupan a las empresas y a los empresarios, y no son tareas fáciles. Según los datos de la Central de Balances del Banco de España referidos a empresas no financieras, la crisis se ha llevado por delante dos tercios de las ganancias que las compañías presentaron en 2007, último año de bonanza hasta ahora. Y un exponente triste de esa crisis ha sido el cierre de la empresa de carrozado de camiones especializada en vehículos frigoríficos, Mirofret, cuyos orígenes están en Alcoy desde 1877.
Terminamos tratando de recuperar la esperanza, otra vez a través de la internacionalización y de uno de nuestros sectores más importantes, el calzado. Apoyadas por la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE) y el Instituto de Comercio Exterior (Icex), ocho empresas representarán a España en la feria FFANY de Nueva York en un momento idóneo para las empresas españolas a aquel mercado, ya que las ventas de calzado español en Estados Unidos han aumentado un 11% en pares y 7% en valor durante los 8 primeros meses de 2011, dejando atrás un largo periodo de caídas, tal como recogen hoy los medios.