- 22 noviembre, 2011
- Publicado por: Francisco
- Categoría: El Círculo
Por su efecto en la financiación de nuestras empresas así como por la imagen de debilidad que trasciende tras operaciones como ésta (no tanto por el riesgo para los clientes, que el Banco de España se ha apresurado a asegurar que con la intervención se garantiza toda la operatoria) nuestra primera noticia de hoy es la intervención del Banco de Valencia por el Banco de España, que le inyectará 1.000 millones de euros de capital y una línea de liquidez de 2.000 millones para que pueda seguir operando con normalidad. El que fuera presidente de la Entidad hasta el pasado 29 de Octubre, José Luis Olivas, ha dimitido de sus cargos tanto en Bankia como en su matriz, BFA.
Entramos ahora en el capítulo de buenas aportaciones a la gestión de las empresas por parte, en estos casos, de líderes en sus sectores en España.
Comenzamos con el proyecto de Telefónica de convertir en comerciales a todos sus empleados, y son 35.000, a través del Plan Mi Compañía, por el cual la compañía incentiva las ventas que realicen los propios empleados de la empresa, sea cual sea su departamento. Planes similares, con diferentes enfoques, se han realizado en distintos momentos por otras muchas empresas convencidas de que pensar en cliente es imprescindible para todos en la empresa, no solo para la red de ventas, y ello, más allá del incremento de ventas que aporta el plan, por lo que supone de que todos los empleados entiendan bien la importancia de toda la cadena de valor interna hasta la entrega del producto al cliente, incluso el servicio post venta. Es la mejor forma de que cada empleado entienda la importancia de su labor si queremos cumplir como empresa con las expectativas despertadas en el cliente.
Pero hoy queremos detenernos un momento en otra orientación crítica en estos momentos: la internacionalización, que ya hemos explicado en el blog en otras ocasiones que es prácticamente imprescindible para nuestras empresas hoy. Como decía recientemente el Presidente del ICEX, “la internacionalización no es una opción, es una necesidad”, y aunque es cierto que exige una dimensión mínima que asegure los recursos y capacidades necesarias para abordar con éxito la salida al exterior, el tamaño no debería ser un problema grave si somos capaces de plantearnos la internacionalización desde la cooperación entre empresas complementarias en origen, con socios en destino. Las empresas de mayor tamaño nos muestran un camino que tenemos que recorrer si no queremos perder oportunidades o, al menos, si no queremos ir desapareciendo poco a poco, que con la libertad de empresa y la libre circulación de personas y capitales en el seno de la UE, así como las facilidades de intercambio comercial global, cada día aparecen nuevos competidores en nuestro ámbito tradicional de actuación, ante lo que nos quedan pocas alternativas salvo la mejora permanente de la eficiencia y la decisión de salir a luchar también en el terreno de nuestros competidores. Ayer los medios recogían algunos casos relevantes:
– Las seis grandes constructoras (ACS, Acciona, FCC, Ferrovial, Sacyr y OHL) tenían una cartera de obras para ejecutar fuera de España a cierre del pasado mes de septiembre por un importe total de 65.943 millones de euros. A esto habría que añadir los importes correspondientes a los contratos del túnel bajo el Estrecho del Bósforo en Turquía y la construcción del AVE La Meca-Medina.
– Meliá Hotels International incorpora a la cadena dos hoteles en China y Vietnam; concretamente en las ciudades de Xi´an, en 2013; y en la ciudad vietnamita de Danang en diciembre de 2012.
– China Unicom abre a Telefónica su red en Asia y Oceanía, y Telefónica le corresponde facilitando a China Telecom el acceso a los mercados europeo y latinoamericano. Este pacto se enmarca en un campo que ambas quieren potenciar: los grandes clientes. Y para ellos no hay fronteras, así que las operadoras que les dan soporte necesitan una red que llegue con las mayores capacidades posibles a cualquier rincón del globo.
Son solo tres buenos ejemplos de proyectos de internacionalización que van avanzando a buena velocidad en empresas grandes que ya estaban internacionalizadas con antelación y estos proyectos confirman la utilidad de la vía. Con colaboración entre empresas más pequeñas, como hemos comentado, también todos nosotros podemos y debemos plantearnos la salida al exterior como un buen argumento contra la crisis.