- 21 noviembre, 2011
- Publicado por: Francisco
- Categoría: El Círculo
Amplia mayoría absoluta del Partido Popular tanto en el Congreso de los Diputados como en el Senado, lo que le otorga toda la capacidad de gobernar en la mayor parte de las administraciones públicas: Ayuntamientos, Comunidades Autónomas y Gobierno Central.
Con las limitaciones lógicas que impone formar parte de una entidad supranacional como la Unión Europea, el nuevo gobierno de España tiene que encontrar las claves para superar progresivamente esta crisis que nos afecta de manera especial, tanto en la confianza de los mercados como en la seguridad de nuestras empresas, o en el que se ha convertido en nuestro problema más grave, la alta tasa de desempleo que más que duplica a la media de la Unión Europea.
La alternancia en el poder es un concepto básicamente bueno, que permite aportar soluciones nuevas a problemas enquistados que en ocasiones no se perciben con claridad desde los administradores que los están viviendo con más intensidad. Es aquello de que los árboles a veces no dejan ver el bosque. Evidentemente, toda nuestra confianza ahora en el nuevo gobierno que formará Mariano Rajoy y que seguro que partirá con la única focalización de aplicar las soluciones capaces de mostrarnos la luz al final del túnel de la crisis.
Comenzamos el post de hoy con algunas notas sobre gestión de personas en la empresa. Factor, en nuestra opinión y como hemos dicho en reiteradas ocasiones, fundamental para el éxito a largo plazo, que la diferenciación sostenible solo es posible sobre factores no copiables –o al menos mucho más difícilmente reproducibles- de la empresa; factores que se construyen sobre elementos intangibles entre los que las personas constituyen el más importante. Y es que aunque tenemos la tendencia a identificar éxito empresarial con resultados económicos, ésta no es más que una visión a muy corto plazo. Los resultados económicos, con ser imprescindibles para el mantenimiento y el avance de las empresas, para que sean sostenibles –que es lo realmente importante- se tienen que basar en una correcta gestión de las personas de la empresa (empleados implicados, comprometidos, alineados con la estrategia de la compañía), en una gestión de clientes excelente (clientes satisfechos con nuestro servicio, leales, compañeros, confiados, que repiten compras con nosotros), y en una gestión adecuada de nuestra imagen social (impacto positivo en nuestra relación con el entorno, con claro compromiso con la sociedad a través de un planteamiento evidente de responsabilidad social empresarial), y todo ello desde una mejora continua de los procesos productivos que permita adecuar nuestro índice de eficiencia a las mejores prácticas del sector.
Son las personas, por tanto, uno de los principales factores de éxito en nuestra opinión, y los medios lo recogen cada día con mayor nitidez. Como Expansión, periódico en el que el presidente de APD abogaba por la formación y el fomento de la innovación en las empresas para sobreponernos a los tiempos de crisis en los que innovar es más necesario que nunca, porque «tenemos que reinventar casi todo. Casi nada vale. Ya no sirven los entornos tradicionales, hay que preparase para una competencia global y para entornos cambiantes rápidamente». Innovación a la que también se apunta en el mismo medio el director de Marketing de Mahou, cuando afirma que además de cumplir órdenes de superiores, los empleados deben proponer, «reinventarse y hacer las cosas cada vez mejor”.
En Cinco Días, Manuel Ezquerra defiende que aunque la situación del mercado laboral español no invita a muchas alegrías, incluso en estos momentos hay autores que destacan que quienes afrontan su jornada con una visión optimista obtienen mejores resultados en la empresa y, por extensión, en la vida. Y ello en base al siguiente razonamiento: los pesimistas tienden a darse por vencidos más rápidamente, mientras que los optimistas tienen mayor capacidad para levantarse después de las caídas y, por tanto, de alcanzar eventualmente resultados satisfactorios.
Y en ese aire de optimismo prudente que también queremos que desprenda este blog, recogemos alguna noticia de nuestro entorno próximo que lo justifica –es verdad que seguramente podríamos encontrar más que hablen de depresión, pero preferimos construir sobre cimientos de proyección-. En este caso, un proyecto, una realidad y un aniversario:
El proyecto es el del grupo alicantino, Maerco, para impulsar una línea aérea para volar a 10 ciudades españolas y portuguesas desde el Altet –aún pendiente de encontrar toda la financiación necesaria-, con una previsión de movimiento de 300.000 pasajeros al año y una estimación de empleo de 150 trabajadores; en la segunda fase, la aerolínea alicantina cubriría rutas directas con París, Frankfurt, Roma, Milán, Zurich, Bruselas , Bucarest, Varsovia, Viena, Moscú y San Petersburgo.
La realidad es la actividad creciente de cruceros en el puerto de Alicante, que aún espera cinco naves hasta final de año, con lo llegaremos a las 62 embarcaciones de crucero que han llegado a nuestro puerto durante 2011.
Y el aniversario es el 50 cumpleaños en 2012 de la empresa Guisval de Ibi, fabricante de vehículos en miniatura, que ya ha empezado a celebrarlo con una exposición en pleno corazón de la Gran Vía de Madrid (la empresa organizó un verdadero atasco con coches, camiones de reparto, camiones cisterna y de transporte, coches de la policía, camiones de bomberos, vehículos con remolque y militares, así como autobuses y camiones de obras, todo ello en miniatura, que se fue deshaciendo a medida que los viandantes fueron llevándose una a una las piezas como recuerdo. Es una de esas noticias que muestra que es posible sobrevivir a las crisis, y que hay que poner en valor siempre y especialmente en momentos como los actuales. Así que felicitamos a Guisval por su trayectoria y por mostrar a lo largo de estos últimos 50 años que el futuro existe siempre y que tiene muchas posibilidades de ser mejor que el pasado.