- 30 enero, 2015
- Publicado por: José Ramón Gonzálvez
- Categoría: El Círculo

Ante la saturación de nuestros mercados locales, que se ha traducido en una disminución de las ventas anuales, venimos oyendo mucho en estos días que una de las potenciales salidas a los problemas de la empresa sería la internacionalización de la misma, y por supuesto, así debe ser. No obstante, para poder asumir, la importancia de este proceso dentro de la empresa deberíamos primero entender el vocablo para asumir la dimensión que puede conllevar para la empresa.
Por internacionalización entendemos, el conjunto de actividades que desarrolla la empresa fuera de los mercados que constituyen su entorno geográfico natural. Es tendencia habitual pensar, que se trata de un concepto relacionado exclusivamente, con la mejora de las ventas al exterior de la empresa, y así es aunque incluye también cualquier otra actividad de suministro, contratación de servicios, búsqueda de proveedores en otros mercados, que no sea aquel en el que está localizada la empresa. Incluso todos esos procesos de producción que hacen las empresas para producir en otros países son internacionalización.
A nivel estratégico, la empresa que asume un proceso de este tipo debe asumir que inicia una transformación gradual, en el que la operativa de trabajo con varios mercados de manera simultánea, le obligará a reorganizar el funcionamiento interno de la organización empresarial, al tener que asumir trabajar con países con esquemas de funcionamiento diferentes al tuyo propio y particular. Internacionalizarse implica para la empresa crear nuevos departamentos e incluso, desplazar trabajadores de la empresa a otros países de manera permanente o puntual.
La globalización por otro lado, conlleva diversificar y ampliar los mercados de trabajo, pero, la elevada competencia existente en un mundo globalizado, obliga a la empresa a aprender a desenvolverse en diferentes entornos donde el modelo seguido hasta el momento, no tiene porque ser válido.
Uno de los graves problemas de la PYME actual es su bajo nivel de internacionalización aunque no de exportación. Para una correcta internacionalización de la empresa hay que comprender que no es un proceso que implica únicamente al departamento comercial sino que se trata de un proceso que afecta de manera global a la empresa, le exige estrategia que resulta ser la mejor herramienta para los negocios de poder adaptarse a un entorno cambiante.
Desde el Círculo de Economía de Alicante pretendemos hacer más comprensible este proceso y por eso iniciamos esta serie de artículos para hacer más viable que la internacionalización empiece desde aquí.