- 20 enero, 2013
- Publicado por: José Luis Gascó
- Categoría: El Círculo
Con 30 años de diferencia, pero vamos avanzando por el buen camino. A pesar de que seguimos en uno de los vagones de cola en cuestión de formación a los empleados, las empresas españolas son cada vez más conscientes de su necesidad. La crisis en este sentido no debe asustar.
En los países más desarrollados y más implicados con la formación continua de sus trabajadores, los malos tiempos no hacen más que confirmar que a una mejor formación, más productividad. La consigna, en este sentido, tiene que quedar clara: la inversión en formación nunca cae en saco roto. Y si no, valgan como ejemplos la trayectoria de otros países europeos y las directrices de la Comunidad Europea.
¿Qué es más útil: ayudar a construir un pozo o invertir ese dinero en llevar constantemente agua a una aldea hasta que se acabe el presupuesto? Ésta es una de las grandes preguntas que se plantean las principales ONGs mundiales y que hasta han trasladado a la opinión pública en sus campañas publicitarias.
Pues bien, quienes necesitan ahora también una fuente para salir de la crisis son las empresas. En un momento en el que la economía mundial está en un proceso de desaceleración claro, hay que plantearse cuál es ese pozo del que tienen que beber para salir del atolladero en el que se encuentran. En qué merece la pena invertir para dejar atrás las pérdidas y lograr beneficios.
Uno de estos campos de inversión es la formación. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, formar significa criar, educar, adiestrar. Dicho de una persona indica su capacidad para adquirir más o menos desarrollo, aptitud o habilidad, lo que siempre se traducirá en un beneficio para el mismo y para su empresa.
Y es que la inversión en formación es en definitiva la apuesta por el desarrollo de las personas, por la capacidad de resolver, afrontar y superar periodos, en los que más que nunca la diferenciación se basa en la capacidad de ofrecer soluciones.
Un buen ejemplo son las empresas que, en nuestra entorno, siguen apostando decididamente por la formación como motor de sostenibilidad y desarrollo.
Jose Luis Gascó Gascó es Catedrático de Universidad del Departamento de Organización de Empresas de la Universidad de Alicante.