EN LA CRISIS NO ES POSIBLE EL ÉXITO DE UNOS CONTRA OTROS. EL ÉXITO ES SIEMPRE DE UNOS CON OTROS.

Ayer escuchaba en un programa de radio, con los contertulios un tanto alarmados, que algunos bancos pretenden cobrar con el programa de pago a proveedores de las administraciones públicas, algunas deudas pendientes de las empresas con la banca. Deuda procedente, probablemente, de haber financiado previamente la de la Administración con la empresa.

Decían los participantes que así resolvemos la economía financiera pero no la economía real, en una visión que me parece un tanto sorprendente.

No tengo nada a favor de los bancos (ni en contra), pero creo que son un pilar imprescindible en la vida económica actual. Han tenido su cuota parte en la crisis, relajando en algunos casos el rigor anterior en los criterios para concesión de préstamos y créditos, lo que pudo contribuir a aumentar burbujas que finalmente estallaron.

Pero desde luego, ni son todos los bancos ni son los únicos que contribuyeron a engordar esa burbuja.

La expectativa de dinero fácil, la incursión en la promoción inmobiliaria de empresas que no entendían ese negocio y que solo buscaban altos beneficios procedentes en gran medida de la especulación; incluso la convicción de muchos compradores de que habíamos entrado en un círculo virtuoso, que habíamos descubierto una especie de piedra filosofal que conseguía la revalorización continua de las propiedades inmobiliarias (en diferentes programas de radio y televisión a partir de 2008 eran frecuentes declaraciones de compradores de viviendas “acusando” a la banca de haberles concedido el préstamo para comprar una casa que ahora no podían pagar, como si hubiera sido el banco el que les obligó a comprar), apoyaron ese crecimiento (también los bancos, por supuesto) con los pies de barro que terminó desmoronándose con efectos terribles sobre la economía y la vida de las personas y las empresas.

Yo creo que no es bueno demonizar a la banca ni a ningún otro agente social. Todos somos necesarios para volver a recuperar el ritmo del crecimiento capaz de sacarnos de esta crisis profunda en la que seguimos inmersos, que es sin duda una crisis financiera y económica apuntalada sobre una crisis de valores y reforzada por la obsesión de buscar culpables, lo que sigue deteriorando la confianza entre los distintos agentes sociales. Y sin confianza es imposible construir ningún futuro.

He dicho en alguna otra ocasión en este blog que en este tiempo de crisis, lejos de obsesionarnos con el corto plazo –que es necesario porque es el primer paso hacia el largo plazo que pretendemos todos los empresarios que creemos de verdad en la labor social y económica de la empresas- es más importante que nunca recuperar valores como la integridad, la ética, la cualificación de los directivos, y los conceptos asociados a la Responsabilidad Social de las empresas.

Y termino como quería haber empezado: de la crisis, o salimos juntos o no saldremos; y juntos significa corporaciones y empresas industriales y de servicios, comercios, asociaciones, personas, … y bancos. No es posible el éxito de unos contra otros. En tiempos de crisis, el éxito es solo de unos con otros.

Y por supuesto, los bancos tienen que recuperar el dinero que prestan, que no es de los bancos, no lo olvidemos, sino de los ahorradores que lo depositaron en ellos.

El próximo día 25 de abril tendremos con nosotros en el Círculo, en un almuerzo-coloquio, al Director General de Caixabank. Será el momento de preguntarle cuantas dudas tengamos sobre la responsabilidad de la banca y, sobre todo, por el papel que entendamos que debe tener para facilitar la recuperación.



Author: Enrique Javier Fur
Presidente del Círculo de Economía de la Provincia de Alicante.

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