El desarrollo interno. La planificación de los recursos humanos en las empresas (3)

Y lógicamente, junto con la incorporación puntual de nuevos directivos –como apuntaba en el post anterior- que eviten la rutina en las relaciones y en la forma de abordar los problemas y los nuevos retos que nos plantea el entorno, la base de la empresa entiendo que debe ser el desarrollo interno de todo el potencial de las personas que forman la compañía.

Pese a las modificaciones constantes que nos exige el tiempo que vivimos (muchas veces hemos dicho que el signo que mejor identifica nuestro tiempo es el cambio), la sensación de continuidad es necesaria en la vida de la empresa; una cierta sensación de control de un presente en movimiento y un futuro poco previsible.

Y eso solo se consigue cambiando con el medio, o incluso mejor, anticipándonos a ese cambio o siendo artífices del cambio, generadores de movimiento. Teniendo preparada permanentemente a nuestra plantilla para abordar los retos que el entorno nos va planteando.

Preparación, motivación, búsqueda del compromiso compartido, desarrollo personal y profesional de nuestra gente, promoción a la medida de las capacidades (actitudes y aptitudes) de nuestros empleados, lo que exige una planificación estratégica de los recursos humanos de la compañía  que nos permita tener las personas más adecuadas, en cantidad y en calidad, en el momento oportuno en la empresa.

Hablamos, por tanto, de sistemas de identificación y seguimiento del potencial de la plantilla, del diseño de planes de carrera, de políticas claras de sucesión …, que aseguren la continuidad de la compañía cualesquiera que sean las circunstancias que ocurran.

Son en muchos casos planes de contingencia en gestión de los Recursos Humanos en la empresa equiparable a los planes de contingencia en cualquier otro aspecto de la gestión. Y esto que está perfectamente asumido e implantado en las empresas en los planes de continuidad de negocio asociado a problemas técnicos, físicos o lógicos, no siempre es tan evidente cuando hablamos de personas.

¡Somos capaces de descuidar el que habitualmente llamamos nuestro mejor activo!.

Muchos problemas de continuidad de empresas no son debidos a gestión ineficiente sino a improvisación en la sucesión o en la cobertura de puestos claves de la compañía, perfectamente resolubles con una planificación adecuada de los recursos humanos de la empresa, basada, como decía, en el conocimiento de las capacidades de nuestros empleados y la gestión correcta de la evolución de esas capacidades de acuerdo con las exigencias cambiantes del entorno y de nuestra propia estrategia.

El desarrollo del personal es, por tanto, otra variable competitiva imprescindible para el éxito. Siempre lo fue, pero en este tiempo convulso aún lo es más, aunque en ocasiones las dificultades del corto plazo favorezcan que no seamos conscientes de ello. Y sin embargo, errores graves en este punto pueden condicionar negativamente nuestro futuro.



Author: Enrique Javier Fur
Presidente del Círculo de Economía de la Provincia de Alicante.

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