- 18 junio, 2012
- Publicado por: Reyes
- Categoría: El Círculo
Discurso de Clausura Másters y Cursos 2011. Escuela Negocios Universidad de Alicante/ 15 Junio- REYES GONZÁLEZ
Excelentísimo Señor Vicerrector de Relaciones Internacionales dela UA, D. Juan Llopis, Ilustrísima Señora Decana dela Facultadde Económicas, Da. Mª Jesús Santamaría, estimados Patrocinadores y Colaboradores, queridos miembros de la comunidad universitaria, estimados profesores y alumnos, familiares y amigos, señoras y señores, muy buenas tardes.
Me han pedido que les dirija unas palabras como Coordinadora Académica de la Escuela de Negocios de la UA, intentaré ser breve ya que los protagonistas esta tarde son los alumnos, que ya estarán deseando subir al escenario para que se les entreguen sus becas. Quisiera comenzar agradeciendo a profesores su dedicación a estos cursos y masters que hoy se clausuran, tanto a los profesores de la UA como a los profesionales que nos traen la perspectiva empresarial. Pero sobre todo quisiera agradecer a los alumnos su interés por su formación y a sus familiares y amigos el apoyo tan necesario para éstos. Gracias a los alumnos por haber invertido su tiempo y su esfuerzo, sus ilusiones y sus dudas tantos viernes y sábados. Gracias por vuestra confianza en nosotros, en nuestros cursos, en la UA.
Según la última encuesta del CIS la tercera preocupación más importante de los españoles es, tras el paro y la actual situación económica, la ausencia de confianza en la clase política. Nuestro país, nuestra sociedad, nuestra economía, se encuentran sumidos en un estado de ansiedad debida a la ausencia de confianza. Necesitamos líderes en todos los ámbitos (empresarios, políticos, directivos, educadores, formadores…) que asienten su liderazgo y su gestión en la confianza que generan.
Faustino Olmos, profesor que colabora en muchos de los masters y cursos que hoy se clausuran, insiste en las aulas en que los protagonistas de un equipo de trabajo efectivo son tres: el propio líder, su equipo y la confianza de todos.
¿Cuáles son las bases que integran un liderazgo basado en la confianza? Son muchos los autores que han trabajado o están trabajando sobre este tema: podemos citar por ejemplo a Tom Peters, Dave Ulrich, Stephen Covey, Martin Seligman… y voy a tomar prestadas algunas de sus ideas para contestar a esta pregunta: ¿en quien confiamos?
Confiamos en las personas que son coherentes, es decir, que cumplen lo que prometen y actúan de acuerdo con lo que piensan y sienten; que se han dotado de un buen conjunto de valores y que viven de acuerdo con ellos. Valores como integridad, objetividad, autenticidad, generosidad, humildad, coraje y afecto son propios de estas personas coherentes, que además buscan la ejemplaridad en su puesta en práctica.
Confiamos en las personas comprometidas: que tienen aspiraciones y visión de futuro y que los comparten. Son personas que buscan estrategias “win-win” -yo gano, tú ganas-. Que comparten intereses y objetivos de forma que al lograrlos todos salen beneficiados. Estas personas son transparentes, tienen intenciones transparentes y están dispuestas a dar y a recibir. Son personas dispuestas a compartir ganancias y riesgos, cuyas prioridades toman en consideración las prioridades de su gente y que superponen los intereses del equipo o la organización a sus ambiciones personales. En definitiva, personas comprometidas que regalan transparencia, claridad y motivaciones compartidas.
Confiamos en las personas competentes: conscientes de sus fortalezas y debilidades. Personas que están dotadas de conocimientos y experiencia que ponen en práctica en su función diaria; con un afán por aprender y mejorar. Confiamos en los líderes formados y preparados: expertos y con talento. Hábiles en el ejercicio de su trabajo. Confiamos en las personas que nos transmiten seguridad porque tienen respuesta a muchas de nuestras preguntas, pero, que si no tienen esa respuesta lo asumen y saben donde ir a buscarla y la encuentran.
Confiamos en las personas con actitud, con sentimientos y personalidad positiva. Personas automotivadas y satisfechas de su pasado. Personas que son optimistas sobre el futuro y tratan de sacar el máximo de su presente. Con una actitud positiva y a prueba de crisis, estas personas son tenaces y dispuestas, capaces de manifestar soluciones y presencia de ánimo incluso en los momentos difíciles. Estas personas trabajan con energía y con una fuerte determinación por añadir valor, por contribuir y reconocen que su papel de liderazgo significa muchas más cosas que el simple dirigir o gestionar; significa servir a la gente a la que lideran, que creen en ella, que educan, que ven en cada persona una oportunidad.
Confiamos en las personas respetuosas: que consideran a las personas que les rodean como “patrimonios de la humanidad”. Por lo tanto, las personas respetuosas creen que todos tenemos derecho a ser respetados como seres humanos, a ser incluidos en los proyectos, a crear espacios y escenarios donde puedan desarrollar todo su potencial. Las personas respetuosas en su estilo de trato demuestran una alta consideración por los demás. Todos los días trabajan por que un sentimiento de importancia nazca y se desarrolle en las personas a las que lidera y trabaja para que cada uno de ellos sea capaz de desarrollar su propio liderazgo.
Confiamos en las personas que vienen avaladas por los resultados que consiguen: que además de “predicar, dan ejemplo” con sus actos. Confiamos también en las personas que asumen la responsabilidad de los resultados cuando éstos no son todo lo buenos que se esperaban. Que esperan ganar, que luchan por hacerlo y que se mantienen firmes hasta el final.
Confiamos en las personas que comprenden a los demás: sus esfuerzos y emociones, sus talentos y conocimientos, que ayudan y dan reconocimiento, que comprenden ilusiones y sentimientos, que comparten aventura y descubrimiento. Éstas son personas con empatía, que hablan, escuchan y se esfuerzan por comprender.
Y por último confiamos en las personas que confían en si mismas. La confianza en los demás adquiere solidez cuando somos capaces de confiar en nosotros mismos. Es decir, cuando actuamos buscando en nosotros mismos las bases de confianza que exigimos a los demás: coherencia, compromiso, competencia, actitud, respeto, resultados y comprensión.
Muchas de estas características ya las tenían nuestros alumnos cuando vinieron a matricularse en la UA, ya que sin esa confianza en sí mismos y en su futuro no habrían realizado esta apuesta de formación. Hemos intentado que en nuestras clases de cada alumno salga un líder, dispuesto a dirigir empresas, equipos, personas. Un líder que tenga confianza en sí mismo y mejore la de sus equipos. Me voy a permitir dar a todos ustedes una serie de ideas acerca de lo que para mí es un líderazgo basado en la confianza.
Por una parte necesitamos un espíritu realista, pero en positivo, o como dirían los de CMUA, Buenrolling. El mundo está lleno de cosas y personas maravillosas. Todo lo que nos rodea es tan estimulante y alegre como lo queramos ver. Buscando el lado bueno de los acontecimientos, no dando cabida en nuestra vida a lo negativo, mediocre y gris, todos podemos encontrar situaciones que nos den la oportunidad de crecer en confianza.
Además es importante el reconocimiento de nuestras propias capacidades, ya que mucho de lo que necesitamos está dentro de nosotros. No somos omnipotentes, no somos “superman”, pero somos capaces de hacer mucho mas de lo que creemos que podemos hacer. Todos tenemos dentro de nosotros mismos una reserva ilimitada de confianza que debemos aprovechar. Debemos reconocer nuestras posibilidades y las de los demás.
Es además básico el espíritu de lucha, de no renuncia, la tenacidad. Una de las características de la confianza es que cuando se enciende comienza a crecer y crecer, caemos en un círculo virtuoso. Nuestros héroes modernos, nuestros deportistas, son buenos sobre todo porque son tenaces, si no observen a nuestro Rafa Nadal.
Por supuesto es esencial en ese liderazgo basado en la confianza el espíritu de la innovación, de ensanchar horizontes. Mantengámonos siempre descubriendo cosas nuevas, comencemos nuevos retos, nuevas aventuras que nos permitan poner a prueba la confianza en nosotros mismos.
Por último centrémonos en nosotros mismos, en nuestras habilidades, competencias, capacidades y porqué no, en nuestros gustos. “Cada loco con su tema, contra gustos no hay disputas”, que diría Serrat. A todo el mundo no le gusta lo mismo, pero siempre habrá algo que le guste a cada persona; tratemos de saberlo y de repartir responsabilidades y tareas en función de los gustos. Eso nos permitirá experimentar la satisfacción de ver como el disfrute enciende ese motor interior que significa el redescubrimiento de nosotros mismos y de nuestras bases de confianza.
No me quiero extender más, así que a riesgo de ser reiterativa doy las gracias a los directores de los masters y cursos que hoy se clausuran por confiar en mí y darme la oportunidad de dirigiros estas palabras. Mi ENHORABUENA a todos los alumnos que habéis llegado hasta aquí, os deseo mucha suerte en vuestra trayectoria personal y profesional, sabed que: ¡confiamos en vosotros!
Muchas gracias a todos por su atención y buenas tardes.