- 13 agosto, 2012
- Publicado por: laurasensi
- Categoría: El Círculo
(Informe de la EU-OSHA “Promoting active ageing in the workplace”)
El envejecimiento de la población y el enorme aumento de la esperanza de vida es un fenómeno conocido y supone un desafío tanto para la ciencia como para la sociedad, y también para las organizaciones y las personas.
El porcentaje de trabajadores de mayor edad (55-64 años) aumentará considerablemente en la UE en las próximas décadas, alcanzando cifras históricas (hasta 9,9 millones). Así consta en un informe elaborado por la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo (European Agency for Safety and Health at Work; EU-OSHA), centrado en la promoción del envejecimiento activo en el lugar de trabajo, que advierte que las tendencias de la población activa en la UE-27 apuntan a que el grupo de edad de 55 a 64 años aumentará un 16,2%. Este grupo de edad representará el 30% o más de la población laboral activa en 2030, lo que implica una necesidad urgente de desarrollar iniciativas que fomenten una vida laboral plena.
Por estas razones, el informe de la EU-OSHA “Promoting active ageing in the workplace” pretende difundir ejemplos de buenas prácticas, así como dar a conocer estrategias de actuación dirigidas a reducir el absentismo laboral, aumentar la motivación y mejorar la productividad del colectivo de población mayor en edad de trabajar (INFOCOP, fecha de publicación 20/04/2012)
Una buena vida laboral es una importante plataforma para promover el envejecimiento activo. Por consiguiente, la seguridad y la salud en el trabajo son decisivas para garantizar un envejecimiento activo a través de una vida laboral mejor y más prolongada. Un buen trabajo promueve además la cooperación entre las generaciones jóvenes, las de mediana edad y las de edad avanzada.
Los problemas de salud prolongados y las enfermedades crónicas aumentan con la edad. Leemos en el informe que aproximadamente el 30 % de los hombres y mujeres del grupo de edad de 50 a 64 años precisan de ajustes urgentes en el trabajo debido a sus problemas de salud para prevenir los riesgos de jubilación anticipada e incapacidad laboral. Los principales problemas de salud provienen de los trastornos musculo-esqueléticos y mentales. La depresión es actualmente otra de las razones más comunes de incapacidad laboral.
En el informe se recoge que aunque la salud y la capacidad física se deterioran a medida que envejecemos, con la edad mejoran muchas otras funciones. El gran triunfo del envejecimiento es el crecimiento mental. El pensamiento estratégico, la agudeza de ingenio, la consideración, la sabiduría, la capacidad de deliberar, la capacidad de racionalizar, el control de la vida, la percepción global y las capacidades lingüísticas mejoran con la edad. Los trabajadores de edad avanzada muestran compromiso con el trabajo, son más leales a su empleador y, a menudo, presentan tasas de absentismo más bajas. También la experiencia laboral y la gestión de la vida mejoran con la edad.
La edad y la experiencia laboral mejoran, en suma, el valioso capital social de los trabajadores de edad avanzada: i) aumentan la competencia profesional, los conocimientos tácitos y las destrezas de cooperación, ii) mejoran el conocimiento estructural de las organizaciones y de sus funciones e iii) incrementan los contactos con clientes y redes y mejoran la comprensión de los cambios en el entorno operativo.
También es de destacar que los trabajadores de edad avanzada pueden aprender cosas nuevas. El aprendizaje no depende de la edad, aunque sí cambie el proceso de aprendizaje. Por lo tanto, es importante que tengan acceso a la formación y gocen de igualdad de oportunidades para aprender nuevas destrezas y actualizar sus competencias profesionales.
La gestión de la edad (GE) implica la consideración de «los factores relacionados con la edad en la gestión diaria, incluidas la organización del trabajo y las distintas tareas, de manera que todas las personas, independientemente de su edad, se sientan capacitadas para cumplir [sus] objetivos personales y empresariales». Los ocho objetivos de la gestión de la edad son los siguientes:
1. Mayor sensibilización frente al envejecimiento
2. Adopción de actitudes justas ante el envejecimiento
3. Consideración de la GE como tarea y obligación fundamental de los directivos y los supervisores
4. Inclusión de la GE en la política de RR.HH.
5. Promoción de la capacidad de trabajo y la productividad
6. Aprendizaje permanente
7. Aplicación de regímenes de trabajo sensibles a las cuestiones de edad y
8. Transición segura y digna a la jubilación.
En cuanto a la capacidad de trabajo, se recoge en el informe una extensa investigación sobre la capacidad de trabajo de los trabajadores de edad avanzada que ha identificado los factores fundamentales que le afectan: Los recursos individuales (salud y capacidades funcionales; la competencia; los valores, las actitudes y la motivación) y la vida laboral. Todas estas variables interactúan entre sí. La capacidad de trabajo se consideraría como el equilibrio entre el trabajo y los recursos individuales. Cuando el trabajo y los recursos personales encajan bien, entonces la capacidad de trabajo es buena.
La promoción de la capacidad de trabajo debería considerar por tanto todas las variables mencionadas. Se entiende el concepto de promoción como basado en la cooperación entre empleador y empleado: juntos pueden crear un mejor equilibrio y mejorar el lugar y la capacidad de trabajo.
Se afirma en el informe de la EU-OSHA “Promoting active ageing in the workplace” que la responsabilidad compartida de las medidas que se adopten las hará más aceptables y viables y dará lugar a una situación en la que todos saldrán ganando.
Laura Asensi Pérez
11-08-12