- 1 octubre, 2012
- Publicado por: jcarrion
- Categoría: El Círculo
En la empresa, así como en el día a día nos enfrentamos a situaciones difíciles que ponen a prueba nuestra capacidad de autocontrol y de gestión de nuestras propias emociones.
Reacciones negativas, provocaciones, posturas enfrentadas, relaciones con personas conflictivas, momentos de tensión, estrés, negociaciones, toma de decisiones difíciles… estos son algunos ejemplos de momentos con los que nos topamos en nuestro trabajo y que pueden ser verdaderamente desastrosos si no sabemos gestionar nuestras emociones de la forma adecuada.
“Quien se controla a sí mismo, no tendrá dificultad alguna para gobernar con eficacia. Al que no sabe gobernarse a sí mismo, le resultará imposible ordenar la conducta de los demás”
Confucio.
¿Eres capaz de gestionar estas emociones con autocontrol?
El autocontrol es la demostración que hace una persona de libertad plena en una personalidad integrada, desplegando sus actos según sus propias decisiones y no determinando sus respuestas según circunstancias externas.
El autocontrol, además, es una variable de la inteligencia emocional y no significa suprimir las emociones sino ser conscientes de las mismas y controlarlas.
Algunas ideas para mejorar nuestro autocontrol son:
Párate y piensa.
Para aprender a autocontrolarnos debemos frenar las reacciones negativas, no dejarnos llevar por el momento y “pararnos” para reflexionar para no arrepentirnos demasiado tarde de nuestra reacción.
Pide valoraciones externas del problema.
La visión de una persona ajena a la situación puede darnos un nuevo punto de vista, distinto, que nos ayude a considerar otras alternativas.
Sé consciente de tus pensamientos.
En todo momento tenemos pensamientos que nos lanzamos a nosotros mismos. Algunos de estos pensamientos son automáticos y debemos aprender a ser conscientes de ellos, ya que van a influir en nuestras respuestas o reacciones y en muchos otros aspectos. Detectar y solucionar pensamientos distorsionados es fundamental para nuestro bienestar y un correcto autocontrol.
Reconoce tus reacciones corporales y cambios fisiológicos.
Cuando estamos nerviosos, estresados o nos enfrentamos a situaciones complicadas hay una serie de reacciones y de respuestas que emite nuestro cuerpo que debemos saber reconocer y controlar. Detectar estos cambios a tiempo nos puede ayudar a no responder de forma impulsiva en un momento determinado.
Anticipar posibles situaciones.
Si sabemos que hemos de enfrentarnos a una situación difícil o incómoda para nosotros puede sernos de utilidad anticipar qué vamos a encontrarnos y cómo vamos a responder. De esta forma estaremos más preparados y nos será más fácil controlar nuestras emociones.
Descansa lo necesario.
Todos sabemos que la falta de descanso puede afectar en gran medida a nuestras reacciones. Procura descansar bien, duerme las horas necesarias, haz pausas en tu trabajo, etc.
Utiliza el sentido del humor.
El humor es un bálsamo muy eficaz para destensar determinadas situaciones y ayudar a enfrentarlas desde otro punto de vista.
Toma decisiones en los momentos adecuados.
No tomes decisiones en momentos de enfado, cansancio o estrés. Muchas veces nos dejamos llevar por nuestro estado de ánimo y debemos evitar tomar decisiones importantes en estos momentos.
Relájate.
Hay muchas estrategias para relajarnos, podemos utilizar técnicas y relacionarlas con diferentes acciones que podamos llevar a cabo en el momento en que lo necesitemos, aunque nos encontremos en una negociación.
Sé empático.
Intenta ponerte en el lugar del otro, seguro que de esta forma entiendes más su postura y puedes llegar a la solución mejor para todas las partes en conflicto.
“Sabio es, quien sabe controlarse. Conoce tus debilidades, para aprender a dominarlas”. Sócrates.
José Antonio Carrión López, Director del Programa de Desarrollo de Directivos y Emprendedores (PDDe) de la Universidad de Alicante.