ALGUNOS FACTORES PARA EL ÉXITO EMPRESARIAL.

Una de las claves del éxito empresarial está en identificar, definir, construir y mantener ventajas competitivas apreciadas por el cliente, que nos permitan apropiarnos de una parte del valor que generan.

Estas ventajas competitivas, para que sean realmente sostenibles, deben basarse en elementos de la empresa difícilmente copiables por los competidores, construidos, por tanto, sobre bases fundamentalmente intangibles, como los referidos a las personas de la empresa, sus relaciones y la forma de abordar la solución de problemas gerenciales.

En el primer seminario de la cátedra Prosegur de la U.A., desarrollado con el apoyo del Círculo, el profesor Leal Millán hablaba de la importancia del conocimiento tácito compartido para definir esa ventaja competitiva.

En el segundo seminario del mismo ciclo, celebrado el viernes pasado, el profesor Domingo Ribeiro hablaba de algunas características personales del empresario-directivo que influyen positivamente en el desarrollo de las PYME´s, y se refería concretamente al dinamismo, la necesidad de logro o el optimismo. Y coincidiendo con esta conclusión del trabajo de investigación que el profesor Ribeiro presentaba, me gustaría añadir algunas más, referidas no tanto a características personales del directivo como a su capacidad de relación:

–       El liderazgo, entendido como capacidad de atracción, capacidad de integrar a un amplio grupo de personas en torno al desarrollo de un concepto positivo de empresa.

–       El trabajo en equipo, la idea de que en la empresa el éxito solo es posible con la participación de todos, de que nadie tiene más capacidad que todo el grupo.

–       El compromiso a largo plazo, en este tiempo en que todo parece efímero, ser capaces de plantear la empresa de la única manera posible, como un proyecto a largo plazo que implica a todos los participantes, especialmente a empleados, directivos y propietarios, y con la visión actual de responsabilidad social empresarial, también a todos los restantes grupos de interés en la compañía. Es la única forma realmente sostenible de plantear la continuidad en el tiempo.

Esto pudiera parecer contradictorio con lo que alguien podría pensar que es la tendencia moderna de las relaciones laborales: la precariedad en el empleo, pero nada más lejos de la realidad. La actual es una situación coyuntural muy condicionada por la crisis que debe corregirse pronto, no tanto desde el punto de vista legislativo como desde la práctica real de las empresas que, en realidad, ninguna empresa existe para destruir empleo sino para crear valor para la sociedad que le permita crecer sobre bases sólidas y esas, como hemos dicho, tienen que anclarse con fuerza en sus plantillas. O el futuro de la empresa estará comprometido.



Author: Francisco
Colaborador del Círculo de Economía de Alicante.

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