Reflexión 16.12.11

La adversidad no es plato de buen gusto para nadie, pero antes o después toca a la puerta de todas las casas. Es inevitable. A menudo, sin embargo, la diferencia entre unas personas y otras no reside tanto en los problemas que tenemos que afrontar (realidad objetiva) como en la forma en que respondemos a los mismos (realidad subjetiva). Mientras algunas personas se hunden, otras salen fortalecidas convirtiendo las dificultades en crisis de crecimiento y madurez.

 

Francisco Alcaide Hernández, en Executive Excellence



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