- 27 diciembre, 2014
- Publicado por: admin
- Categoría: Actualidad

De forma muy simplificada, en el título de este resumen intentamos recoger la esencia de la ponencia sobre Lean Sigma que Juan José Rodríguez, uno de los mejores expertos mundiales en implantación de sistemas Lean Management, ofreció el pasado día 10.12.14 en la jornada “3 claves para incrementar el beneficio”, promovida por el Círculo con la Cátedra Prosegur de la UA y el COITIA; presentada y coordinada por David Rueda, director de Marketing de Necomplus.
Lean, decía Juan José, es la vía para competir en el mercado global, mejorando continuamente la eficiencia de los procesos y fabricando de acuerdo a las necesidades específicas de cada cliente, de manera que se hagan compatibles la personalización y la eficiencia del proceso.
La metodología lean sigma supone la innovación en la gestión de operaciones para lograr una reducción de costes, una gran mejora de la calidad, flexibilidad y plazos de entrega, que nos permita competir en el mercado global, lo que va mucho más allá de la innovación en producto.
España, decía el ponente, es un país creativo, que ha aportado al mundo muchos productos innovadores. Sin embargo no es productor de referencia en la mayor parte de esos productos como consecuencia de que no se ha ocupado especialmente de hacer eficientes los procesos de fabricación (el coordinador de la jornada, David Rueda, comentaba en su presentación, parafraseando a Einstein, “si quieres resultados diferentes, no sigas haciendo las cosas del mismo modo”, que es, sin duda, uno de los conceptos sobre los que se sustenta Lean).
El objetivo que pretende Lean es “conseguir los mejores productos o servicios para nuestros clientes y ofrecer la mejor calidad de vida laboral a nuestros empleados”, desde la convicción de que solo sobre el compromiso de los trabajadores, su formación y capacidad y poder de decisión para abordar las mejoras necesarias, se pueden alcanzar los objetivos más ambiciosos de forma sostenida; y este objetivo se soporta sobre la filosofía de producción Just in Time (justo a tiempo) y la estrategia Jidoka (producir sin errores). Y se aborda a través de identificar los desperdicios en los procesos (MUDA) y corregirlos mediante pequeños proyectos de cambio y mejora (PROYECTOS KAIZEN) y grandes proyectos de rediseño empresarial (PROYECTOS KAIKAKU). Se trata en gran medida, por tanto, de reducir la línea de tiempo de todo el proceso y no solo de producción –que en ocasiones ocupa un periodo mínimo en todo el proceso de fabricación y entrega del producto al cliente (compras, almacén, producción, logística, ventas, …)-.
La primera clave, por tanto, está en encontrar los desperdicios de un proceso (actividades que no añaden valor), que el ponente identificaba con desperdicios en:
- Talento: No aprovechar completamente el conocimiento, la experiencia y el talento de los trabajadores (no es visible claramente, aunque se perciben signos de la pervivencia en la empresa; frases como “no te pago para pensar, sino para trabajar” podrían ser su máximo referente).
- Sobreproducción: Producir demasiada cantidad o antes de tiempo. En cualquiera de los dos casos incurrimos en costes innecesarios, cuando no en costes irrecuperables.
- Transporte: Movimiento innecesario de materiales, con lo que suponen de consumos de tiempo –muchas veces los mayores costes de la compañía-, posibilidades de errores, deterioros, etc.
- Defectos: Información errónea o falta de información, que pueden suponer tener que iniciar de nuevo el trabajo.
- Esperas: Tiempos muertos. Costes, por tanto, muchas veces importantes para la empresa.
- Sobreprocesamiento: Pasos innecesarios, procesos inapropiados.
- Movimiento: Movimientos del personal que no añaden valor
- Inventario: Exceso de inventario, con los costes financieros, de espacio o de deterioro que pueden acarrear.
La metodología Lean Sigma se construye sobre tres pasos básicos y consecutivos:
- 1º.- Medimos la eficiencia. Nos basamos en indicadores OEE (Overall Equipment Effectiveness o indicadores de Eficiencia General de Equipos), que mejoramos a partir de proyectos Kaizen (pequeños proyectos que vayan mejorando la productividad analizada a través de esos indicadores). En este punto estaríamos en la situación del liderazgo tradicional, que debemos seguir evolucionando hacia la Excelencia Operativa en los dos siguientes pasos.
- 2º.- Medimos los Costes de No Calidad (CNC, ó en terminología Lean CoPQ – Cost of Poor Quality), a través de proyectos Six Sigma.
- 3º.- Medimos la Producción Basada en la Demanda (Sistemas Kanban. Es la petición del cliente la que tira de la producción y no la disponibilidad de materias primas o el plan maestro de producción basado en previsiones, que habitualmente son erróneas), y lo abordamos a través de proyectos Kaikaku de rediseño completo de los procesos empresariales. Esta tercera fase define el entorno Lean puro y supone un salto cuántico de la empresa, que le permite competir con los más eficientes con los estándares de calidad al más alto nivel, de manera que se consiguen los tres objetivos que pretende la metodología: reducción de costes, mejora de la calidad y producción basada en la demanda –en base a una gestión muy eficiente de los procesos y los stocks-, y esto es aplicable tanto a grandes empresas como a PYMES.
Un apunte sobre los Costes de No Calidad: son los costes en que incurre la empresa debido a cualquier situación en la que no hay fiabilidad al 100% en los productos, información o servicios, y pueden ser debidos a
- Costes de Prevención: para reducir fallos.
- Costes de Evaluación: para determinar el grado de conformidad de las necesidades del cliente.
- Costes de fallos: por defectos internos o defectos que no detecta el sistema y llegan al cliente.
- Costes de desperdicio: debidos a insuficiencias estructurales que no añaden valor al producto que se entrega al cliente.
Los 10 mandamientos del kaikaku (extraidos de “Norman Bodeks Book Kaikaku: The Power and Magic of Lean):
1.- Olvida y desecha todos los conceptos tradicionales de manufactura.
2.- Piensa como el nuevo método o proceso va a trabajar, no por qué no puede trabajar.
3.- No aceptes excusas, niega totalmente el status quo.
4.- No busques la perfección absoluta; si puedes implementar el 50% y lo puedes hacer de inmediato, hazlo ahí mismo.
5.- Corrige los errores en cuanto los encuentres.
6.- No gastes capital en el Kaikaku, invierte.
7.- Los problemas te ofrecen la oportunidad de utilizar tu cerebro.
8.- Pregúntate “por qué” cinco veces.
9.- Las ideas de 10 personas valen más que el conocimiento de una sola.
10.- el Kaikaku no tiene límites.
En definitiva, una aplicación correcta y consistente de la estrategia Lean aporta a la empresa beneficios muy relevantes relacionados con: