- 22 marzo, 2012
- Publicado por: admin
- Categoría: Actualidad
El experto en malaria cree que los posibles recortes en ayuda a la cooperación sólo eliminarán millones de euros que podrían resolver problemas entre los más desfavorecidos.
Es un líder mundial en la lucha contra la malaria, una enfermedad que cada año mata a un millón de personas. Dirige los ensayos clínicos con la vacuna RSTT, en la que están depositadas muchas esperanzas de salud y también de progreso, porque «la vacuna de la malaria es la madre de todas las batallas contra la pobreza», afirma Pedro Alonso.
Destaca la creciente implicación de las empresas españolas en actividades de cooperación. Y como ejemplos de ese compromiso cita las ayudas que ha recibido para el Centro de Investigación en Salud de Manhiça (Mozambique) por parte de algunas compañías: «Siemens y Servolab nos han facilitado programas avanzados para la gestión de laboratorios; Ingeniería Revenga nos ha instalado una red inalámbrica con la que hemos dado un gran salto en la gestión de datos; Schneider ha rehecho el sistema eléctrico, y altos ejecutivos de La Caixa han dedicado sus vacaciones a ayudarnos a lograr una gestión eficiente. Son empresas que sin poner recursos económicos líquidos han hecho lo que saben y su impacto ha sido enorme».
Este médico (madrileño de nacimiento y que vive a caballo entre Manhiça y Barcelona) insiste en su idea de que «no podemos aceptar que el futuro del mundo pase por mantener estas diferencias en lo más básico, que es el derecho a la vida, algo que depende del lugar dónde se nazca».
(Extraído de art. publicado por Ángeles Gómez en Expansión. 5.03.2012)