- 14 noviembre, 2012
- Publicado por: admin
- Categoría: Actualidad
En el contexto económico actual es evidente que hay que aplicar a la gestión de personas conceptos como priorizar esfuerzos y recursos, focalizarse sólo en lo que añade valor y orientar a las personas a los resultados. Los expertos en recursos humanos destacan que vamos a una situación en la que hay que centrase sólo en lo necesario y preciso. Por ello, los profesionales deben desarrollar el hábito de ser eficaces en lo que tienen que conseguir o dónde han de llegar; ser eficientes en cómo conseguirlo y descartar aquello que no deben realizar porque es superfluo o innecesario.
Para conseguirlo, el liderazgo de ordeno, mando y controlo tareas tiene que desaparecer, pues sólo valora el presentismo laboral y dinamita la eficacia en el trabajo. El CEO de Think & Action, Fernando Botella, considera que el liderazgo de esta década está marcado por tres cambios fundamentales. Primero, por traer el futuro al presente, ya que en situaciones de incertidumbre los planes estratégicos a medio y largo plazo pierden importancia frente a la capacidad de anticipar el futuro inmediato. En segundo lugar, generar modelos de influencia, porque el líder lo es en la medida en que es capaz de gestionar talentos, de hacerlos aflorar y ponerlos al servicio de los objetivos de la organización. Y, por último, la orientación al pensamiento creativo y a la innovación; acostumbrándonos a vivir en beta, en continua transición. Ahora es el momento de un líder activador que estimule a sus colaboradores hacia la búsqueda de soluciones. Todo ello con feedback positivo en el momento, con reconocimientos y agradecimientos. Es decir, orientar a las personas hacia el logro.
(Fuente: http://www.expansion.com/2012/11/02/empleo/desarrollo-de-carrera/1351881213.html)