La empresa formada, 1ª entrega

Hace unos meses se publicó el Informe ‘Formación en las organizaciones: presente y futuro’, del Observatorio Cegos, en el que se mostraban las tendencias más relevantes en el ámbito de formación en la empresa, a partir de un estudio sobre una muestra de 500 empleados por país, con edades comprendidas entre los 25 y los 55 años, y con puestos operarios, técnicos, ingenieros y mandos.

España resultó ser el país de entre los analizados -Italia, España, Alemania, Gran Bretaña y Francia – en el que se imparte más formación dirigida al desarrollo profesional y donde la mayoría de empresas muestran un elevado interés por formar a sus plantillas. Según el informe, nuestro país destaca por el promedio de horas de formación recibidas por empleado y año; por el consumo de formación e-learning, y por la clara apuesta cualitativa y cuantitativa de las empresas por la formación de los empleados.

Seguramente el incremento en el consumo de e-learning va de la mano tanto de los recortes en los presupuestos de formación de los últimos cuatro años como de las políticas de conciliación personal / laboral, pero sigue siendo la formación presencial la variedad más demandada en general. Así, los trabajadores de “oficina” valoran más la modalidad distancia frente a los de ámbito “productivo” –curioso que los de oficina no sean llamados “productivos”- que prefieren la formación presencial.

Al preguntar a los empleados que han sido formados sobre su motivación para recibir formación, la mayoría contestó que su mejora profesional y personal en primer lugar y realizar mejor su trabajo como segundo motivo, mientras que a los que no habían sido formados les preocupaba más aumentar sus ingresos salariales que el impacto de la formación en su desarrollo profesional. Pareciera que se logra mayor compromiso entre los que se forman, ¿no es cierto?

Los encuestados que habían recibido formación quieren seguir formándose en: aspectos técnicos del puesto; management y productos/servicios de la empresa, mientras que los que no han recibido formación la quisieran en aspectos técnicos del puesto, informática e idiomas.

En cuanto a la duración preferida por los encuestados, resulta ser de 2-3 días para la formación presencial, y de entre 30 minutos y una hora para un curso e-learning.

Se desprende del informe que la formación incrementa el compromiso y mejora el perfil profesional del individuo –empleabilidad-, que es un aspecto muy valorado por las empresas, que los empleados quieren seguir formándose, que tienen claro en qué formarse…..y esto ocurre específicamente en España, pero, no obstante, la pregunta que sobrevuela nuestras cabezas es….¿por qué si somos los trabajadores más sobrecualificados de la Unión Europea, resultamos ser también el país con más baja productividad, por no hablar de nuestra tasa de desempleo o de la huída de nuestro talento a otros países vecinos?.

¿Qué está causando este corto-circuito en el que debería ser el círculo virtuoso de la actividad formativa en la empresa: formación – empleo – formación -crecimiento profesional – incremento de productividad – creación de puestos de trabajo- formación?

 




Author: Consuelo
Socia del Círculo de Economía de la Provincia de Alicante.

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