Estar no siempre es sinónimo de producir.

Los españoles estamos muy pendientes del reloj cuando se trata de medir el tiempo que otros pasan en la oficina. En otros países de nuestro entorno entre las cinco y las seis de la tarde las oficinas se quedan vacías. Es más, se castiga al que no es capaz de hacer su trabajo a tiempo. La cultura del presentismo está más implantada en España.

Con la actual situación económica, los presentistas han ganado peso en la oficina. El miedo al despido ha aumentado el número de los mismos.

Según un estudio de Randstad, en sólo un año, ha aumentado en España el presentismo en cuarenta puntos porcentuales, lo que supone pasar del 45% registrado en 2010 al 85% del 2011. Es una tendencia que está en alza.

A veces su presentismo está justificado. Ha asumido demasiadas tareas y no sabe por donde empezar. Es muy habitual sentir cierto bloqueo, por eso deberá priorizar, negociar con su jefe y renunciar a algunas de las tareas que tiene actualmente asignadas.

En cambio, si el problema es que no tiene suficientes responsabilidades, es mejor que pida más y su jefe le vea activo. Si sus compañeros tienen demasiadas y usted muy pocas también le generará malas relaciones laborales. Es el momento de que asuma más trabajo si no quiere que renuncien a sus servicios.

(Fuente: http://www.expansion.com/2012/08/21/directivos/1345566627.html?cid=GNEWS600103)



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