- 1 julio, 2012
- Publicado por: admin
- Categoría: Actualidad
Los espacios de trabajo compartido empiezan a incorporarse en el mismo interior de las empresas. El concepto de CoWorking se desarrolló hace ya un par de décadas. Empezó siendo una idea pensada para los ‘freelancers’, pero en la actualidad, las nuevas características de los tipos de trabajo y empresas (trabajadores móbiles, ‘start-ups’…), y el nuevo concepto de la ‘nube virtual’ para compartir conocimiento, han ampliado las capacidades del CoWorking. De hecho, hasta hay estrategias pensadas en unir a las mejores ‘start-ups’ en espacios compartidos para ayudarlas a ejecutar planes de crecimiento y ofrecerles opciones de financiación. En la Blogosfera Opina hemos buscado las opiniones y los ejemplos más atractivos sobre el fenómeno del CoWorking.
Hasta no hace mucho, el concepto de compartir espacios de trabajo parecía reservado sólo a autónomos y emprendedores. El CoWorking no es una incubadora de empresas, es un espacio en el que cualquier trabajador autónomo o empresa puede ir puntualmente o por un tiempo a desarrollar su proyecto, con una pequeña oficina, teléfono, conexión a Internet y recepción compartida. Lo detallan mejor en Come2Work, y lo vinculan con el concepto de innovación abierta. Porque, compartir espacio de trabajo puede ser provechoso al sumar diferentes intereses que, casualmente o no, pueden generar desarrollos compartidos entre los que están en los espacios de CoWorking.
Una de las ventajas más valoradas de los espacios CoWorking es la generación de comunidad. Tal como se exponen en el blog de Laboracademy, el ambiente en un espacio CoWorking genera cooperación y no competición, además de ser una red de ideas y contactos.
De todos modos, ahora se está desarrollando la idea de que las empresas consolidadas pueden también integrar el concepto de CoWorking. En Workplaza2012explican cómo la movilidad y la estructura horizontal de las empresas casi obliga a ocupar espacios de trabajo compartido fuera de las oficinas centrales o de las filiales.
IDEA3: «Hoy en día hablan de “desksharing” (compartir puestos), oficinas no territoriales y de puestos “touchdown” (puestos pequeños para tareas muy cortas). ¿Y porque este cambio de dirección? Lo que se espera es una reducción de coste mediante el ahorro de espacio (metros cuadrados) y sus correspondiente costes del entorno de trabajo. Pero también aumentar la efectividad y flexibilidad de los empleados optimizando el tiempo que dedican a sus actividades e invirtiendo en sistemas de comunicación. Incluso hay estudios que conforman un aumento en la creatividad debido a un entorno de trabajo más asociativo que promueve las comunicaciones»
Uno de los impulsos definitivos del CoWorking es, además de que grandes empresas como Zappos, Shell o Accenture ha empezado a aplicarlo de manera masiva, que los inversores de capital riesgo ven en estos espacios enormes oportunidades para generar negocio. En el blog de Small Business Labs analizan 10 señales que demuestran esta tendencia de crecimiento.
El CoWorking también puede enfocarse, como decíamos, de forma dirigida. La clave es hacer coincidir a empresas y personas de sectores complementarios. En este sentido, y como cuenta Amalio Rey en su blog, esta teniendo éxito el movimiento llamado “co-location”, que consiste en compartir espacios físicos de manera permanente entre varias personas y organizaciones independientes a las cuales unen valores parecidos. Un buen ejemplo de ello son los “Multi-Tenant Nonprofit Centers”, centros de trabajo con todas las facilidades para acoger diferentes organizaciones que comparten éticas similares.
Redacción – CEDE
28 junio 2012