- 5 abril, 2015
- Publicado por: admin
- Categoría: Actualidad

(Un resumen de la conferencia-coloquio sobre “gestión del talento centrada en resultados” impartida por Pedro Calvo en Elche el 25.03, organizada por el Círculo, la Cátedra Prosegur de la UA y el COITIA).
Para enmarcar el tema objeto de la conferencia, Pedro comenzaba diciendo que la orientación a resultados debería ser una prioridad de cualquier empresa, contando con gente maravillosa y comprometida con la compañía, pero esto exige rebobinar en nuestra visión: ¿cuál es el propósito de la compañía?, ¿para qué se creó la empresa?. Este concepto tiene que estar muy vigente en la empresa; los empleados lo tienen que sentir y vivir, lo que solo se puede conseguir sobre valores/principios guía sólidos y arraigados.
Ese es el caldo de cultivo en el que se desarrollará correctamente el talento, que es el recurso estratégico para la innovación, fundamental para conseguir resultados (“si quieres un año de prosperidad, haz crecer grano; si quieres 10 años de prosperidad, siembra árboles; si quieres 100 años de prosperidad, haz crecer a las personas”). En palabras de Kaoru Ishikawa, “ninguna empresa puede ser mejor o peor que las personas que la integran”.
Según Nathan Myhrvold, ex director de I+D de Microsoft, “la diferencia entre los promedios y los mejores no es 1:2 como en el pasado. Es 1:100 o 1:1000”, y sin embargo son muy pocas las empresas que saben quiénes son sus profesionales de mayor rendimiento, y mucho menos, cómo gestionar el talento.
Las perspectivas que definen el talento son:
- La perspectiva del mercado (el Talento es global y muy difícil de conseguir: es escaso)
- La perspectiva de la empresa (el Talento “entrega” a la compañía el “poder” para ganar en el mercado)
- La perspectiva de RRHH (hay que situar a la persona adecuada en la posición idónea, en el momento adecuado … y tener procesos sólidos)
- La perspectiva individual (dar oportunidades de desarrollo a la persona en áreas críticas de la organización, en un ambiente –clima laboral- que facilite el progreso y las aportaciones de todos los empleados).
El proceso de la gestión del talento en la empresa debe seguir los siguientes pasos:
- 1º.- Identificar los puestos clave
- 2º.- Identificar personas con esas fortalezas
- 3º.- Identificar quién es el jefe capaz de sacar lo mejor de esas personas para alcanzar resultados extraordinarios. Mandos que deben reunir las 4E: Energía (capacidad, fuerza, disposición, …); Energizar (contagiar a otros); Empuje (no hay problemas; hay retos, desafíos); Todas ellas unidas por la Pasión. En una gestión que el ponente definía como “gestión por paseo”: hacer a los directivos visibles a la organización mediante su implicación evidente en las tareas de la empresa. Con un concepto claro: el balance emocional en la relación jefe/empleado debe ser siempre favorable al jefe, con pequeñas cosas, generando sentimiento de confianza y credibilidad, lo que permite al directivo solicitar determinadas aportaciones del empleado cuando sea necesario para alcanzar los objetivos del grupo.
Se trata de un proceso que a nivel global se aborda en cinco fases: Atracción de las personas correctas, retención, desarrollo continuo, plan de sucesiones, asignación de la persona correcta al puesto correcto en el momento oportuno.
Y las palancas que puede manejar el área de Recursos Humanos de la empresa están en relación con
- Imagen de la empresa (“¿qué piensan las personas de nosotros?”)
- Proceso de reclutamiento (“¿cómo atraemos a personas de talento?”)
- Gestión del Desempeño (“¿dónde están nuestros talentos?”)
- Gestión del Talento (“¿cómo gestionamos nuestro talento?”)
- Comunicación (“¿cómo comunicamos con nuestros talentos?”)
- Recompensa y Reconocimiento (“¿qué es lo que mantiene a las personas de talento con nosotros?”).
por supuesto, con una visión estratégica: ¿A qué retos nos enfrentaremos en el futuro? (prioridades estratégicas y prioridades en personas –qué tipo de personas tenemos y necesitamos tener para alcanzar las prioridades estratégicas-)