“UNA ECONOMIA FUERTE NECESITA UN SISTEMA FINANCIERO FUERTE”

Resumen de la intervención de Juan Antonio Alcaraz, Director General de Caixabank en el almuerzo coloquio organizado por el Círculo de Economía de la Provincia de Alicante con 120 empresarios y directivos de empresas alicantinas.

            El sector bancario tiene un papel muy importante en la reactivación de la economía, en tanto que canalizador del ahorro hacia la inversión productiva, pero previamente necesita también completar su reestructuración y reconducir sus propios excesos para que vuelva a fluir el crédito que, además, aún no muestra síntomas claros de demanda solvente.

            Entre 1996 y 2006 –la “década prodigiosa”, según denominación de Alcaraz- hemos crecido apoyados en el boom inmobiliario y ahora necesitamos tiempo para absorber el exceso.

Las reglas sobre las que estaba construido el crecimiento anterior (muy condicionado por el sector de la vivienda, con crédito abundante y muy barato para todos los participantes –estados, entidades financieras, empresas y particulares-, situación que no volverá a repetirse), ya no son válidas. Es necesario un cambio de modelo. No estamos en una situación transitoria resoluble con pequeños ajustes.

El sector financiero ha tenido un papel protagonista en el modelo anterior, no solo en su función de financiación a la economía, sino por su propio endeudamiento, de manera que el volumen era la principal palanca que llegaron a manejar muchas entidades financieras.

Ahora el sistema tiene que desapalancarse, como ocurre con las empresas, lo que implica ahorrar y devolver la deuda anterior, lo que dificulta especialmente la concesión de crédito a las Pymes, aunque no se rechazan planteamientos solventes que, no obstante, aún no son frecuentes: las empresas solicitan básicamente refinanciaciones.

La reducción del nivel de endeudamiento, su efecto sobre la liquidez, así como la recapitalización, son medidas que está abordando toda la banca a través del rápido proceso de reestructuración al que está sometido todo el sector; como el control de la morosidad, que está a niveles de la crisis del 92 –con la diferencia de que entonces era consecuencia de la reconversión industrial y hoy es prácticamente toda inmobiliaria.

Como consecuencia, las Cajas, por ejemplo, han pasado en muy poco tiempo de 45 a 11 entidades en un proceso aún no concluido, con un 13% menos de Oficinas y un 11% de plantilla.

Y también la Caixa, como grupo matriz, se ha reestructurado, como un grupo que se apoya en tres pilares:

1.- Vocación industrial, que aglutina sus participaciones industriales a largo plazo, en torno a Criteria.

2.- Financiación (negocio bancario y seguros), en torno a Caixabank

3.- Obra social “La Caixa”, que aglutina y da sentido a todo el grupo, con una orientación en un 75% de su inversión a corregir desequilibrios sociales, acorde con las necesidades más urgentes de la sociedad actual, y que en los últimos tres años ha dotado con un total de 1.500 millones de euros.

Y en este contexto se enmarca el reciente anuncio de integración de Banca Cívica, que permite –según explicaba Juan Antonio Alcaraz- reforzar los fondos propios y alcanzar una cuota de mercado del 15% a nivel nacional, uno de los objetivos de su plan estratégico en vigor.



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