¿Crecer o engordar?

Con el crecimiento hay que tener mucho cuidado y hay que saber distinguirlo del engorde. A veces sucede que en tiempos de bonanza, una empresa consigue aumentar sus ventas considerablemente, pero los problemas vienen por las dificultades organizativas y de dirección que supone este nuevo volumen de actividad. También pasa que ante la creciente demanda, se hagan grandes inversiones en personas y en activos físicos. Al cabo del tiempo, viene una desaceleración de la economía y la empresa se encuentra sobredimensionada y con unos desorbitados gastos fijos.

Si por una oportunidad que se presenta en el mercado se intenta crecer más de lo que la empresa puede crecer, a corto plazo se consiguen beneficios extras, pero a medio plazo se deteriora la empresa: se disparan los gastos y se deteriora la calidad del  producto. La empresa pierde ante la competencia y suelen surgir problemas financieros y de liquidez. Generalmente la capacidad directiva y organizativa de la empresa no crece a ese mismo ritmo. Problemas. La empresa había engordado.

(Fuente: http://miguelarino.com/2012/09/27/crecimiento-o-engorde/)



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