- 19 febrero, 2013
- Publicado por: admin
- Categoría: Actualidad
– Autoexigencia: El éxito requiere, sobre todo, trabajo y esfuerzo. Todos los buenos directivos se han dedicado en cuerpo y alma a la empresa.
– Conocimiento: Son buenos profesionales, conocen el sector en el que trabajan, el negocio que tienen en sus manos y se han preparado con rigor.
– Valores: El equipo debe tener los mismos valores que el directivo y éste tiene que saber dar ejemplo. A partir de ahí, todos harán lo mismo que él.
– Honestidad: Ser honesto implica ser coherente con lo que el directivo cree y vive como persona. En la dirección no se puede interpretar un papel.
– Servicio: Dirigir es una tarea de servicio que el ejecutivo presta a toda la empresa. Las personas que dirigen debe tener vocación de servicio.
– Gestor de conflictos: Deben saber aprovechar, dirigir y reconducir los conflictos que se producen en la organización para evitar guerras de poder inútiles.
– Equilibrio personal: Es importante saber diferenciar y dar el valor que el trabajo y la familia tienen en la vida del directivo. Ambas cargas deben estar compensadas.
– Pasión: Es fundamental que el directivo sienta pasión por lo que hace, por su sector, por el equipo que dirige y por la empresa en la desempeña sus funciones.
(Fuente: Extraído del libro Qué hacen los buenos directivos, en art. en Expansión http://www.expansion.com/2012/12/27/directivos/1356630137.html)